A TODOS LOS SACERDOTES, DIÁCONOS, RELIGIOSOS, RELIGIOSAS, SEMINARISTAS,
MOVIMIENTOS Y ASOCIACIONES LAICALES, DIRECTORES DE LOS COLEGIOS Y
A TODOS LOS FIELES DISCÍPULOS MISIONEROS DE LA DIÓCESIS DE MATAMOROS.
Les saludo a todos, deseándoles gracia y paz en el Señor.
Todos estamos consientes de la fuerte y difícil situación que estamos viviendo en estos últimos días y hemos sido testigos del recrudecimiento de la violencia en nuestra diócesis y que es producto de la falta de valores que impera en nuestra sociedad actual. Ante esta situación la Iglesia continúa en pie y se mantiene animando a sus comunidades a que sigan perseverando en la oración por la paz que es tan necesaria.
Mi invitación es a que continuemos elevando nuestras oraciones a Dios, a través de las diversas iniciativas que se han implementado en la diócesis, para que esta situación pase pronto; los invito a que en todas nuestras eucaristías tengamos presente esta intención: sigamos impulsando el rezo del Angelus por la paz, todos los días a las 12:00 MD, ofrezcamos el rezo del Santo Rosario por la paz, ya sea en los templos o en los lugares donde el peligro este muy latente y también desde los propios hogares en la unidad de la familia.
Tengamos puesta nuestra esperanza firme en Dios, sabiendo que con su ayuda todo esto tiene un camino de solución, alzando la voz como el salmista que dice: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros.” (Sal. 46,2). Encomendemos la Diócesis a la Virgen María en su advocación, Reina de la Paz y Nuestra Señora del Refugio de pecadores, para que nos proteja y nos ayude a ser promotores y constructores de la paz desde el lugar en donde estemos. ¡María, Reina de la paz, ruega por nosotros!
En la Sede Episcopal de H. Matamoros de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, Tamaulipas, a los 9 días del mes de noviembre de 2010, año de la Renovación Parroquial.
Faustino Armendáriz Jiménez
IV Obispo de Matamoros
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