Pbro. Lic. Martín Ortega Banda
Coordinador de la Pastoral Familiar
La familia es una comunidad de personas en donde se constituyen un conjunto de relaciones interpersonales, entre esposos, entre padres e hijos, entre hermanos; relaciones que tienen su fundamento por el amor. Su primer cometido es el de vivir fielmente la realidad de la comunión con el empeño de desarrollar una auténtica comunidad. “Sin el amor la familia no es una comunidad de personas, así también sin el amor la familia no puede vivir, crecer y perfeccionarse como comunidad de personas” (Familiaris Consortio 15). Uno de los ejes fundamentales sobre los que se cimientan las relaciones intrafamiliares y se cultiva el amor, es precisamente la comunicación.
Las familias están invitadas a formar un ambiente de seguridad y confianza para desarrollar los lazos emocionales entre los miembros de la familia y alcanzar la felicidad. La familia es el medio natural para encontrar ayuda, satisfaciendo muchas de nuestras necesidades, especialmente las emocionales y afectivas. Cuando una familia aprende a comunicarse logra construir una relación sólida y crea condiciones para que todos los miembros se sientan aceptados, importantes, en pocas palabras amados.
La comunicación es un proceso completo donde intervienen todos; es hablar y escuchar, tratar de comprender lo que se está comunicando. Se trasmite con palabras, comportamientos, actitudes y gestos.
Buen uso de la comunicación:
Una relación crece cuando los mensajes entre las personas son de aprecio, respeto y reconocimiento; se motivan, se sienten queridos y tomados en cuenta. Previenen y solucionan problemas; se sienten muy unidos y que se quieren.
Mal uso de la comunicación:
Una relación se daña cuando los mensajes entre las personas son de desinterés, reproche, sarcasmo o desprecio; Porque ofende y lastima, es causa de distanciamiento, separación y ruptura entre las personas. Los intentos de comunicación generan nuevos conflictos; los integrantes no se sienten seguros ni apoyados. Produce distanciamiento y deterioro de las relaciones; produce desencanto, decepción y destruye el amor.
Papel de la comunicación.
Es el mejor mecanismo para desarrollar el entendimiento mutuo, es indispensable para mantener vivo el amor. Las personas se sienten bien consigo mismo porque: hacen contacto con la persona a quien aman; se sienten comprendidos y pueden expresar deseos, preocupaciones y sentimientos y pueden resolver los problemas normales de la relación, sin necesidad de agredirse ni ofenderse.
Los retos de la comunicación en la pareja.
La comunicación es el mejor mecanismo para desarrollar el entendimiento mutuo; es combustible indispensable para consolidar y acrecentar la relación, y mantener viva la llama del amor. Alimenta la autoestima, pues cualquier persona al sentirse escuchada y tomada en cuenta, se siente bien consigo misma. Si este proceso se da en ambos sentidos los integrantes de la familia se aprecian más a sí mismos y valoran más a sus familiares y sus relaciones entre sí.
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