Si al hacer un diagnóstico del ejercicio de tu vida cristiana y de la vida de Dios en ti, notas que hay anquilosamiento y esterilidad en tu piedad, estudio y acción, ciertamente puedes decir con sinceridad que necesitas despertar.
Es indudable que cristianos amodorrados existen por docenas. ¿Te encuentras entre ellos? El que despierta tiene que enfrentarse a la luz para darle sentido a su caminar. La única luz que puede iluminar nuestro caminar es el Señor y el Señor se nos manifiesta en su Palabra.
Es necesario no dejarnos encandilar por alternativas (sectas) que nos ofrecen orientar nuestra vida cristiana y nuestra religión. Ahí tienes un tesoro. Conócelo y saborearás la grandeza del amor de Dios al darnos tanto.
Déjate iluminar por la luz de su Palabra. ¡Estúdiala!¡Conócela!¡Vívela! ¡Animo! Que Jesús el Señor, "guía tus pasos por el camino de la paz".
Mons. Faustino Armendáriz Jiménez
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