VI Aniversario Episcopal de Mons. Armendáriz / 23 de febrero). "El Obispo, actuando en persona y en nombre de Cristo mismo, se convierte, para la Iglesia a él confiada, en signo vivo del Señor Jesús, Pastor y Esposo, Maestro y Pontífice de la Iglesia. El Obispo ha de ejercer las tres funciones de enseñar, santificar y gobernar al Pueblo de Dios con los rasgos propios del Buen Pastor: caridad, conocimiento de la grey, solicitud por todos, misericordia para con los pobres, peregrinos e indigentes, ir en busca de las ovejas extraviadas y devolverlas al único redil" (Exhortación Apostólica Pastores gregis 7). Mons. Faustino Armendáriz
PERIODICO DE LA DIOCESIS DE MATAMOROS