LES PRESENTAMOS UNA DE LAS LECCIONES DE BIBLIA QUE EL MENSAJERO PONDRA A SU DISPOSICIÓN EN SUS SIGUIENTES EDICIONES.
Las dos grandes divisiones o partes de la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, proceden de los más antiguos tiempos cristianos. En total, la Biblia se compone de 73 libros, de los cuales 46 constituyen el AT y 27 el NT.
•El A. T. fue dividido por los hebreos en tres partes:
◦1) Thóráh (=Ley, o Pentateuco), que comprendía los 5 primeros libros de la lista dada.
◦2) Nebi’im (=Profetas), divididos en Nebi’im hare’sonim (=profetas anteriores), que son desde Josué al 4° (=2º) de Reyes, y Nebi’im ha’ajarónim (=profetas posteriores), que comprenden desde Isaías hasta Malaquías.
◦3) Kethúbim (=Hagiógrafos), el resto de los escritos sagrados (Ps, Prv, Iob, Cant, Ruth, Lam, Eccl, Est, Dan, Esd, Neh, 1 y 2 Chro o Par).
•Hoy día en la Iglesia la división más corriente es la llamada lógica, porque hace relación especialmente con el contenido de los libros; consta de tres grandes divisiones: históricos, sapienciales y proféticos, que se aplican paralelamente a uno y otro Testamento.
◦Anterior a esta división, fue usual en las iglesias y en los documentos antiguos distribuir los libros del N. T. en dos grandes secciones: Evangelio y Apóstol; la primera eran los cuatro evangelios canónicos (Mt, Mc, Lc y Jn); Apóstol designaba de modo genérico el resto de los escritos; con ello se quería hacer referencia a la distinción entre escritos derivados directamente de la predicación de Jesús (Evangelio) o de los Apóstoles (Apóstol). Pero desde la Edad Media se hizo prevalente el uso de la división lógica.
La división en capítulos y en versículos
•Los antiguos escribas (sóferim) hebreos dividieron el A. T. en versículos (pesúqim); al final de cada libro, hacia los s. VI-VII d. C., los masoretas consignaron el número total de vers. que lo componían (masora finalis). Fuera de esto, antiguamente se recurría a procedimientos variados para citar los pasajes de la B.; p. ej., en Mc 12,26 se cita Ex 3,6 diciendo: «en el libro de Moisés, en lo de la zarza…».
•Para facilitar las citas se fueron introduciendo en el uso cristiano varias divisiones en párrafos relativamente largos, capítulos (capita, kefálaia). La actual división de la B. en capítulos se debe a Stephan Langton hacia 1214, que la introdujo en las copias de la versión latina de la Vulgata en uso entre los estudiosos de la Univ. de París; de allí se fue propagando hasta ser generalmente admitida en las ediciones impresas en todos los idiomas. Posteriormente, Sanctes Pagnini dividió cada capítulo en versículos numerados, en la edición latina de la B. hecha en Lyon en 1528. Pagnini añadió los números de los versículos al margen de las líneas, pero sólo en los libros protocanónicos de ambos Testamentos; para el A. T. siguió las divisiones en versículos hechas ya por los masoretas. Hacia mediados del mismo s. XVI, Roberto Stephan extendió el sistema a los libros deuterocanánicos. Así surgió la actual división en capítulos y versículos. La división en capítulos y versículos no es de los autores sagrados y no está inspirada.
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