Pbro. Lic. Martín Ortega Banda
¡Salvemos la familia! ¡Salvemos la sociedad! es el lema del próximo Congreso diocesano de las familias que se llevará a cabo el domingo 6 de noviembre en el Centro Cultural Reynosa, donde esperamos concluir este año dedicado a la familia como destinataria de nuestro quehacer pastoral.
Realmente el lema dice mucho de verdad de lo que estamos viviendo hoy en nuestra sociedad mexicana, la urgente necesidad de atender a las demandas básicas de toda familia, las cuales al no ser satisfechas de un modo adecuado, se buscará a como dé lugar y no en muchas veces, de manera negativa trayendo consigo efectos negativos en la propia familia y en consecuencia a la sociedad.
Ya que en la familia se origina el carácter de los individuos, es generalmente el lugar dónde desarrollamos los cimientos de las virtudes e interiorizamos virtudes que duren para toda la vida. Necesitamos profundizar más en estos temas, pues la familia se encuentra amenazada y está fallando en su tarea de formar gente virtuosa. ¿Cómo ayudarle en esta tarea educativa de formar personas?
Esto conlleva una tarea de toda la sociedad de ir construyendo las estructuras donde no existan, como pueden ser: centros de ayuda a la mujer maltratada, escuela para padres, talleres de sexualidad para adolescentes y jóvenes, consultorios de atención psicopedagógica a matrimonios jóvenes y en situaciones de conflicto, etc… Hay mucho campo en donde trabajar y colocar un ladrillo de una gran edificación que es la sociedad comprometida en el sano desarrollo integral de las familias.
Si los gobiernos y las empresas dedicarán más fondos económicos para todo este tipo de iniciativas y proyectos tendríamos un mejor presente, más civilizado, más lleno de los valores del respeto, la tolerancia, la solidaridad en el trabajo comunitario. Para luchar contra la injusticia social que no es otra cosa que el abandono de la propia responsabilidad, en ayudar a que las familias se desarrollen sanamente y al decir esto : significa ayudar a los jóvenes a que den lo mejor de sí, todo lo bueno que tienen y pueden enriquecer al mundo. "Juventud divino tesoro" que debe ser aprovechado en sus energías bien dirigidas hacia el bien personal, familiar y social. ¿Qué se está haciendo a nivel Iglesia en este sentido? Lo que pretendemos como Iglesia es ayudar a que en nuestra sociedad existan más familias sanas y fuertes: las cuales no nacen, se hacen, y en algo tenemos que contribuir a que así sea y tú que eres parte de la Iglesia de Cristo ¿estás dispuesto hoy a hacer lo que te toca por esta meta? No podemos esperar más tiempo, salvemos la familia y ¡salvaremos la sociedad! ¿Tú qué piensas?
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