Ir al contenido principal

Una reflexión cristiana sobre la “Nueva Era”

Consejo Pontificio de la Cultura

Resulta difícil separar los elementos individuales de la religiosidad de la Nueva Era (New Age) por inocentes que puedan parecer, de la estructura general que penetra todo el mundo conceptual del movimiento Nueva Era. La naturaleza gnóstica de este movimiento exige que se lo juzgue en su totalidad. Desde el punto de vista de la fe cristiana, no es posible aislar algunos elementos de la religiosidad de la Nueva Era como aceptables por parte de los cristianos y rechazar otros. Puesto que el movimiento de la Nueva Era insiste tanto en la comunicación con la naturaleza, en el conocimiento cósmico de un bien universal –negando así los contenidos revelados de la fe cristiana–, no puede ser considerado como algo positivo o inocuo. En un ambiente cultural marcado por el relativismo religioso, es necesario alertar contra los intentos de situar la religiosidad de la Nueva Era al mismo nivel que la fe cristiana, haciendo que la diferencia entre fe y creencia parezca relativa y creando mayor confusión entre los desprevenidos. En este sentido, resulta útil a exhortación de San Pablo: « avisar a algunos que no enseñen doctrinas extrañas, ni se dediquen a fábulas y genealogías interminables, que son más a propósito para promover disputas que para realizar el plan de Dios, fundado en la fe » (1 Tim 1, 3-4). Algunas prácticas llevan erróneamente el marchamo Nueva Era, simplemente como estrategia de mercado para venderse mejor, sin que estén realmente asociadas a su cosmovisión. Lo cual únicamente crea mayor confusión. Es por ello necesario identificar con precisión los elementos que pertenecen al movimiento Nueva Era, que no pueden ser aceptados por quienes son fieles a Cristo y a su Iglesia.

 La oración y la meditación:
¿hablamos con nosotros o con Dios?  

La tendencia a confundir la psicología y la espiritualidad aconseja recalcar que muchas de las técnicas de meditación ahora en uso no son oración. A menudo son una buena preparación para la oración, y nada más, aun cuando conduzcan a un estado de placidez mental o de bienestar corporal. Las experiencias que se obtienen son realmente intensas, pero quedarse en ese plano es quedarse solo, sin estar todavía en presencia del Otro. Alcanzar el silencio puede enfrentarnos al vacío más que al silencio contemplativo del amado. También es cierto que las técnicas para profundizar en la propia alma son, en definitiva, una llamada a nuestra propia capacidad de alcanzar lo divino, o incluso a llegar a ser divinos. Si descuidan que es Dios quien va en búsqueda del corazón humano, no son oración cristiana. Aun cuando se considera como un vínculo con la Energía Universal, « esta “relación” fácil con Dios, donde la función de Dios se concibe como la satisfacción de todas nuestras necesidades, revela el egoísmo que hay en el corazón de la Nueva Era ».

Las prácticas de la Nueva Era no son realmente oración, pues suelen tratarse de introspección o de fusión con la energía cósmica, en contraste con la doble orientación de la oración cristiana, que comprende la introspección pero que es, sobre todo, un encuentro con Dios. La mística cristiana, más que un mero esfuerzo humano, es esencialmente un diálogo que « implica una actitud de conversión, un éxodo del yo del hombre hacia el Tú de Dios ». « El cristiano, también cuando está solo y ora en secreto, tiene la convicción de rezar siempre en unión con Cristo, en el Espíritu Santo, junto con todos los santos para el bien de la Iglesia ».


Comentarios

Entradas populares de este blog

Funciones del coro en la Misa

Sem. Francisco Javier Fernández Jasso Hay que reconocer que el impulso dado por el Concilio Vaticano II (1965) a la liturgia, ha sido tal que especialmente, el canto del pueblo se ha hecho más participativo en las celebraciones. Se recordará que antes del Concilio las misas eran de espaldas al pueblo, por ejemplo; después del Concilio son ahora con participación del pueblo y frente al pueblo; antes del Concilio, en las Misas sólo era exclusivo el uso del canto gregoriano, después del Concilio, no queda en desuso el canto gregoriano, pero se permite el uso del canto religioso popular o piadoso. Dentro de la liturgia, el coro es un elemento importante y tiene una participación especial, ya que le corresponde enriquecer el canto del pueblo, crear espacios de silencio que ayuden a la contemplación, dar un tinte propio a las Misas y celebraciones dentro de todo el año litúrgico y animar el canto de la asamblea congregada. Hablemos un poco más de cada una de estas funciones. Primero, el cor

Bicentenario del primer Templo que se construye en la Ciudad de Reynosa

Nuestra Señora de Guadalupe 1810-2010 Pbro. Víctor D. Ramos Peña Vicario parroquial El culto a la Santísima Virgen de Guadalupe en Reynosa Tamaulipas En el año de 1748 nace el culto a la Virgen de Guadalupe en un 12 de Diciembre en el Nuevo Reino de León y en la colonia del Nuevo Santander, más   tarde patrona del Nuevo Santander y de la Villa de Reynosa. Años después, en 1810 Don Ignacio Chapa se casó con Doña Isabel Treviño Guzmán, vivían en la Casa Chapeña, contigua a la iglesia. A la hora en que se iniciaron las excavaciones para la construcción de la nueva iglesia, el Padre Castellanos , buscó descendientes de esas familias para que recibieran y se encargaran de los restos áridos de sus ancestros que se encontraban sepultados en el atrio de la antigua Iglesia. También pudieron estar sepultados allí el Padre Juan José Cárdenas , quien inició la construcción del templo en 1810 y el Padre Lorenzo Treviño quien terminó la obra en 1935 bajo la advocación de Ntra. Sra. de Guadalupe

Conoce nuestra Diócesis: los decanatos

Decanatos         El decanato, en cuanto agrupación de varias Parroquias cercanas por sus límites geográficos o por su finalidad pastoral específica, se concibe como un ámbito pastoral, para el trabajo conjunto. Zona Matamoros, comprende el Municipio de Matamoros, Tamaulipas Decanato Nuestra Señora del Refugio Parroquia Nuestra Señora del Refugio (Catedral) Parroquia Sagrada Familia Parroquia Sagrado Corazón de Jesús Parroquia Cristo Rey Parroquia San Francisco de Asís Parroquia Nuestra Señora de San Juan Decanato Nuestra Señora de Fátima Parroquia Nuestra Señora de Fátima Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro Parroquia San José Obrero Parroquia San Roberto Belarmino Cuasiparroquia Medalla Milagrosa y San Agustín Rectoría Cristo Rey (Santa Adelaida) Decanato Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Parroquia Nuestra Señora de Lourdes Parroquia de la Santísima Trinidad Parroquia San Martín de Porres Cuasiparroquia Santa  María Re