EDITORIAL noviembre 2011
El año litúrgico en la Iglesia inicia el primer domingo de Adviento (para este año: 27 de noviembre de 2011) a diferencia del año civil, el cual inicia el 1 de enero. La palabra Adviento significa, venida, llegada. Un tiempo de preparar la venida del Señor Jesús.
Tenemos cuatro semanas en las que domingo a domingo nos vamos preparando para la venida del Señor. La primera de las semanas de adviento está centrada en la venida del Señor al final de los tiempos. La liturgia nos invita a estar en vela, manteniendo una especial actitud de conversión. La segunda semana nos invita, por medio del Bautista a «preparar los caminos del Señor»; esto es, a mantener una actitud de permanente conversión. Jesús sigue llamándonos, pues la conversión es un camino que se recorre durante toda la vida. La tercera semana preanuncia ya la alegría mesiánica, pues ya está cada vez más cerca el día de la venida del Señor. Finalmente, la cuarta semana ya nos habla del advenimiento del Hijo de Dios al mundo. María es figura, central, y su espera es modelo estímulo de nuestra espera.
Son tiempos de "estar atentos" ante falsos profetas, promesas incumplidas, egoísmos capaces de generar violencia, de una búsqueda de paz aparente, de un consumismo sin razón, de opiniones sin fundamentos... Que Adviento, nos ayude a "estar atentos" y juntos poder exclamar con fe: ¡Ven, Señor Jesús! Ilumina nuestros criterios de vida con el Evangelio.
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